El Ángel De La
Paz
Porque así como las aguas cubren el mar, así la Tierra será colmada
con la Paz del Padre Celestial.
Invocaré al Ángel de la Paz, cuyo aliento es amistoso y cuya mano
está investida de Poder.
En el Reino de la Paz no hay hambre ni sed, ni viento frío, ni
viento cálido, ni vejez ni muerte.
En el Reino de la Paz, no mueren los animales ni los hombres y ni el
agua ni las plantas se secan y nunca falta el alimento vital.
Se dice que las montañas le dan Paz a la gente y las colinas le dan
rectitud. Allí la Paz es tan durable como el sol y la luna y
permanecerá a través de todas las generaciones.
La Paz desciende como la lluvia sobre la hierba segada y así como el
agua moja a la tierra, en el Reino de la Paz la Ley crece con fuerza
y los Hijos de la Luz tienen dominio de mar a mar, hasta los
confines de la Tierra.
El Reino de la Paz tiene su origen en el Padre Celestial; por Su
fortaleza El colocó firmemente las montañas y produce la aurora y el
crepúsculo, para regocijarse con la Luz, El le ha obsequiado a la
Tierra el Río de la Ley, para mojarla y fertilizarla, El hace que la
tierra se suavice con las lluvias, ellas caen sobre los pastos del
desierto, y las colinas se alegran en todos sus costados.
Los pastos se cubren con las manadas de animales y los valles
también están cubiertos de cereal y dan voces de júbilo y también
cantan.
Oh Padre Celestial, trae hasta la Tierra el Reino de la Paz.
Entonces recordaremos las palabras de aquel que desde tiempo atrás
Le enseñó a los Hijos de la Luz:
Venid a mis todos los que estéis fatigados y los que sufrís penas y
aflicción, porque mi Paz os fortalecerá y confortará. Porque mi Paz
se excede en plenitud de regocijo.
Por eso siempre te saludo de esta manera: La Paz sea contigo, por
eso saludaos siempre el uno al otro de esta manera, para que pueda
descender sobre vuestro cuerpo la Paz de vuestra Madre Tierra y
sobre tu espíritu la Paz del Padre Celestial.
Y entonces, también encontrareis la Paz entre vosotros mismos,
porque el Reino de la Ley está dentro de vosotros. Y respondedle a
vuestros hermanos y dadles vuestra Paz, felices son los que se
empeñan en la Paz, porque ellos hallarán la Paz del Padre Celestial.
Y dadle a cada uno vuestra Paz, así como os he dado mi Paz. Porque
mi Paz es de Dios.
La Paz sea contigo. La Paz sea con vosotros.