El Escapulario Carmelita
"La devoción del escapulario del Carmen ha hecho
descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y
temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
¿Qué
es el Escapulario Carmelita?
Escapulario carmelita
El escapulario es un sacramental
Un sacramental es un objeto religioso que
la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a
aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros
corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.
El escapulario, al ser un sacramental, no
nos comunica gracias como hacen los sacramentos sino que nos nos
disponen al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los
recibimos con devoción.
Los seres humanos nos comunicamos por
símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos
identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de
su consagración a Dios.
Los laicos no pueden llevar hábito, pero
los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad
pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el
escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar
para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se
lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el
pecho y la otra sobre la espalda. (ver ilustración arriba). Se usa bajo
la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es
uno de los mas importantes sacramentales marianos.
Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la
Iglesia: "Así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su
uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus
servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su
servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios."
¿Cómo se originó el escapulario?
La palabra escapulario viene del Latín "scapulae"
que significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que
cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el
tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como
discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Para los
Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la
Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a
los demás.
La Virgen María entrega el escapulario el
16 de julio de 1251
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención
de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María
poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su
oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le
suplicó la protección para toda la comunidad.
En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de
1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario
para la orden con la siguiente promesa:
"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos
los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego
eterno"
Aunque el escapulario fue dado a los
Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de
vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se
comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos
por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La
Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.
La Santísima Virgen se apareció al Papa
Juan XXII en el siglo XIV y le prometió para quienes cumplieran los
requisitos de esta devoción que "como Madre de Misericordia con mis
ruegos, oraciones, méritos y protección especial, les ayudaré para que,
libres cuanto antes de sus penas, (...) sean trasladadas sus almas a la
bienaventuranza".
Explicación de la Promesa:
Muchos Papas, santos y teólogos católicos
han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al
escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la
muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado
mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del
devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida
cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.
El escapulario tiene 3 significados:
1)
El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús
lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.
Envolver en su manto es una señal muy
maternal de protección y cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor
maternal. Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudes
espiritual.
Vemos en la Biblia:
-Dios cubrió con un manto a Adán y Eva
después de que pecaron. (manto - signo de perdón)
-Jonatán le dio su manto a David: símbolo
de amistad
-Elías dio su manto a Eliseo y lo llenó de su espíritu en su partida.
-S. Pablo: revístanse de Cristo:
vestirnos con el manto de sus virtudes.
2)Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El
escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María.
Consagración: 'pertenecer a María' es
reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para
dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así podremos
ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.
-En 1950 Papa Pío XII escribió acerca del
escapulario: "que sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de
María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan
peligrosos"
En las palabras del Papa vemos mas vez
mas devoción a la Virgen del Carmen es devoción a la Inmaculada.
Quien lleve el escapulario debe estar
consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en
sus pensamientos, palabras y obras.
3)El
suave yugo de Cristo: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y
humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y
mi carga liviana". (Mt 11:29-30)
-El escapulario simboliza ese yugo que
Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.
Quién lleva el escapulario debe
identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que
ese yugo le traiga.