!Pidamos a los Ángeles!
Si pidamos a los Ángeles y Arcángeles todos los días, a todo
momento… Recuerda que ellos están siempre para ayudar.
Pero aun más pidamos por todos y por el Planeta todos los días.
Esta acción de cada uno de nosotros habla del Amor Universal . Así
abra más armonía entre todos, más luz y cuando hay luz la
oscuridad ya no estará.
Muchos pedimos por muchos de los males que vemos pero por
separado. Pero si todos pedimos para que en todos los lugares
hayan mas Ángeles llevando su luz , su Amor , su Paz , su
Sabiduría, todos y cada uno de los males de todos los países irán
desapareciendo….así como enciendes la luz de una habitación , y la
oscuridad se va. ¿Tu no lo cree?...Yo Si Lo Creo.
Nunca haz sentido como en un momento de que estas viviendo un
suceso de caos, algo inesperado, todo lo ves en cámara lenta y
pides a Dios y a los Ángeles y de momento sientes una tranquilidad
que no te puedes explicar, en medio del caos.
Así mismo cuando invocamos a los Ángeles y Arcángeles en esos
momentos ellos nos ayudan, por que no invocarlos para Todo, para
Todos y para sanar nuestra Madre Tierra. Y ¿por que?
Por que nos ayudaríamos unos a otros. Quizás ayudaría a evitar un
suceso que te podría ocurrir a ti, como un robo, un accidente,
pérdidas de empleo etc. Aunque no lo tenemos presente en nuestras
mentes y nos veamos separados. No es así todo esta conectado. No
hay casualidades. Todos estamos unidos en sincronía con el
Universo. Y mientras seamos más pidiendo e Invocando la ayuda de
los Ángeles y Arcángeles mas luz abra en el Planeta.
A veces nos preguntamos, ¿Y que puedo hacer yo para ayudar a
mejorar a mi país?...esto es lo que puedes hacer. Pedir….Donde
llega la luz la oscuridad se va y todo lo negativo. Te aseguro que
si lo viéramos con los ojos, mas personas estarían pidiendo la
intersección de los Ángeles y Arcángeles.
Sin miedos e inseguridades, tenemos este Poder de Invocar,
Decretar y Orar, usémoslo todos los días, unos minutos de nuestro
tiempo ayudara a traer todos las Bendiciones de la luz de nuestro
Creador.
©María Sedano