HIMNO DE LAÚDES
AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA
Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis
oraciones y cuenta todos mis pasos.
En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi
pecho tus alas de nácar y oro.
Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre
contigo hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel
custodia, gracias por tu compañía.
En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre,
gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.
ÁNGEL DE DIOS
Ángel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor con amorosa piedad,
a mí que soy vuestro encomendado, alumbradme hoy, guardadme, regidme y
gobernadme.
Amén.
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA
(Macario, El Egipcio)
Ángel santo, que velas por mi pobre alma y por mi vida, no me dejes - soy
pecador -
y no me desampares a causa de mis manchas. No dejes que se me acerque el
mal espíritu.
Y dirígeme poderoso preservando mi cuerpo mortal.
Toma mi mano débil y condúceme por el camino de la salvación.
DEVOCIÓN AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA
(San Juan Berchmans)
Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición
divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de
iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a
custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser
gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te
suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus
inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al
contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él;
enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sosténme, si estoy en
peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA
Ángel de la paz, Ángel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor,
mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños
del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste,
y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me
avisaste.
Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel
guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis
desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de
noche y de día. Amén.
Padrenuestro y Avemaría
Oración Sencilla Para
Niños
Cuatro esquinitas,
tiene mi cama,
cuatro angelitos,
guardan mi alma.
Amén!