El Silencio del Alma
Nuestro camino en este mundo , está lleno de silencios . Silencios
que nos acobardan , porque estamos acostumbrados a oír y no a
sentir .Llegamos hasta el punto , que preferimos que nos hablen
del amor , en vez de sentir el amor.
Pero hay un silencio espiritual , que no es silencio de ausencia.
Es la necesidad del alma que busca callar, en medio de tanto caos
que la rodea. Ella sale a buscar al Padre, porque conoce el origen
de su nostalgia. Nostalgia que no se cura hasta que se una con Él.
El primer silencio espiritual puede ser externo, lo usual es que
nos falten palabras para explicar lo que llevamos por dentro.
Luego se le une un silencio interno. Un silencio en amor, que es
un diálogo intimo,que
necesita más de obras que de palabras. Primero callan las
palabras. Después el pensamiento y luego callarán los falsos
amores. El alma se libera y queda desnuda, entera, sola y
pura.
Aquí en el silencio, el alma se cura. Nos llenamos de paz y
libertad. Simplemente está actuando el amor. Cuando el alma ha
sido sanada, queda orientada hacia el Padre, pues de Él le viene
todo lo que es.
El siguiente silencio del camino, nos desconcierta al principio.
Porque nuestro Padre, se manifiesta de una manera distinta. Él
habla y el alma calla. Él derriba nuestra mente. Él es quien
trabaja dentro de nuestra actitud pasiva.
Ya no se puede vivir sin su presencia, nada puede hacernos felices
como Él . Su único deseo es que nos guiemos por el amor y la
intuición hasta que logremos nuestro destino. Y nuestro destino es
unirnos con Él. Esta unión la lograremos en un amor puro. Que va
más allá del entender, poseer e inclusive del sentir. Porque la fe
reemplaza el entender, la paciencia el poseer y el amor colmará y
sobrepasará el sentir.
El silencio que continúa en el camino, es cuando queremos regresar
a etapas anteriores. Porque éste es un silencio , en el amor del
Padre. Él quiere vaciar , lo poco que queda en nosotros y que a Él
no le pertenece. Es una etapa dura. Hay una sed en el alma. Pero
tenemos su presencia. Él vive en nosotros y nosotros vivimos en
Él. Y en la plenitud de este bellísimo silencio, el Padre sella
nuestra unión con un beso. Un beso que nos devuelve nuestra
condición de niños. Fuera de este beso ya no deseamos nada.
¿ Cómo seguirá el camino después de este beso?
¿Seguirán los silencios mientras caminamos?
¿ Puede el alma errar de sólo desear vivir del silencio?
Si mi paz está cumplida y algo de soledad y silencio hay en ella
¿Es por egoísmo? ¿ Es comodidad?
Aquí aparece un nuevo silencio... Esperaré a que mi Padre
responda. Lo hará con un nuevo amor. Porque el amor siempre es
nuevo.
Ahora, Padre mío, soy yo quien te quiere abrazar, quien te quiere
besar. Porque tú eres mi destino, tu amor es mi vida y tus
caricias son mi paz.