Fortaleza
Mía
La fortaleza que tenemos en nuestros momentos de debilidad, cuando el
mundo se nos viene encima, cuando ya estamos cansados de vivir la
vida, cuando creemos que estamos perdidos, cuando perdemos a alguien a
quien tanto amamos y nos sentimos solos, cuando las cosas no salen
como queríamos... esa fortaleza que nos da aliento a seguir adelante
en la vida viene propiamente de Dios, quien nos ampara en nuestros
momentos más difíciles.
Cuando pedimos a Él fortaleza nos contesta de diferentes maneras, a
veces de las más extrañas, el secreto es pedir con amor y teniendo la
fe y la certeza de que las cosas pasan por una causa ya planeada por
nuestro Dios. Teniendo la fe de que Dios nos da las cosas en "Su
tiempo" y no en el que nosotros las queremos, que nos da dolor para
aprender y sentir más amor por las personas y los detalles de la vida,
que cuando perdemos a alguien es un ciclo de vida y que no es una
pérdida eterna sino temporal.
Creer en Dios es a veces cerrar tus ojos y sentir Su presencia en tu
vida, sentir Su aliento para que cuando estés cansado (a) puedas
seguir por el sendero que Dios nos ha planeado, es sentir Sus manos
apoyadas en tu cabeza diciéndote que todo va a estar bien cuando nos
sentimos perdidos, es creer que cuando nos sentimos solos y
desconsolados Él nos abraza, que cuando las cosas no salen como
queríamos no es por que Dios sea malo, o porque no nos quiera, sino
porque muchas veces lo que pedimos no nos conviene y Dios nunca nos
daría algo que eventualmente nos lastimara, o nos hiciera perdernos en
esta vida.
La fortaleza de Dios es como andar en un hermoso corcel, y nosotros
somos los jinetes, cuando estamos cansados nuestro corcel nos levanta
y nos lleva en su lomo. Dios es nuestro escudo en nuestras batallas,
es quien nos protege de todo mal, es nuestra espada con la cual
debemos pelear la batalla diaria que nos lleve más a Su presencia,
alejándonos de las cosas vanas y materiales.
Recuerda que cuando crees que eres débil, entonces eres más fuerte
porque en nuestra debilidad se manifiesta la grandeza de Dios.