Entendiendo La Vibración de Los Ángeles
"Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra". El Kybalión
El tercer Principio Hermético, nos habla de la vibración
explicando como todo lo existente en el mundo, en el
universo y en todas las dimensiones vibra.
Todo ser u objeto vibra. Mientras más sutil es el ser, vibra
a más alta velocidad, mientras más denso, vibrará más lento.
El ser humano, tiene una vibración lenta, mientras que un
Ángel es de frecuencia vibratoria muy alta, para
ejemplificar más este fenómeno de la vibración, nos podemos
centrar en las hélices de un avión, que mientras más rápido
giren, a nuestros ojos puede parecer estáticas o incluso,
podemos no detectar su presencia de manera inmediata, en
cambio, cuando dichas hélices giran lento, fácilmente
podemos notar tanto su presencia como la secuencia de su
movimiento.
El espíritu tiene una vibración de una intensidad infinita,
a tal grado que se puede considerar como si estuviera en
reposo. De la misma manera, el cuerpo físico, que es de
materia densísima, tiene una vibración tan débil que parece
también estar en reposo.
Por eso se dice que los extremos se tocan.
Helena P. Blavantsky lo define de esta manera "El Espíritu
es materia en su más elevado estado de sutilidad y la
materia es espíritu en su expresión más densa."
Los Ángeles son seres cuya frecuencia es muy alta, es decir,
hacen vibrar a tal velocidad sus átomos que pasan al estado
radiante, generan luz; por esto se les llama "Seres de Luz".
Los Ángeles pueden alcanzar una mayor expansión y
contracción que el ser humano porque sus cuerpos son más
fluidos.
En ésta Era de Ángeles, es muy común oír hablar de contactos
angelicales y mucha gente que dice haber visto uno (o
muchos), quiero decirte que no hay nada más difícil que ver
un Ángel, precisamente por su frecuencia vibratoria que esta
en contraposición de la del ser humano. Ver un Ángel es
privilegio de pocos. Para que un ser humano sea capaz de
percibir la presencia física de un Ángel hace falta que esta
persona haya cambiado ya su frecuencia vibratoria mediante
el cambio de conciencia. Nosotros no podemos aspirar a que
Dios o los Ángeles vengan a nosotros, somos nosotros los que
nos tenemos que elevar hacia ellos.
¿Cómo elevar nuestra frecuencia vibratoria? Siendo mejores.
Aprendiendo no solamente las teorías espirituales, sino
llevarlas a la práctica. Medita, vive dentro del amor y el
servicio a lo que te rodea. Todo acto que deriva del amor,
limpia y expande tu energía al igual que tu conciencia
acelerando tu frecuencia vibratoria. En cambio todos los
actos que no derivan del amor, como el rencor, el
resentimiento, la tristeza, la depresión, la preocupación,
el miedo, etc.
Crean bloqueos en tu energía, deteniendo su flujo natural,
haciendo que tu aura se torne gris y con esto, toda
esperanza de contacto angélico se disipa. Ya que la
comunicación directa con ellos depende en mucho de nuestra
calidad humana.
Cuando una persona eleva su frecuencia vibratoria y eleva
hacia el Ángel, éste puede manifestarse ante ella, pero
nunca en su forma natural. El Ángel, por medio del
pensamiento, adoptará alguna forma de baja frecuencia que
permita a la persona verlo.
Quieres ver a un Ángel...eleva tu frecuencia vibratoria. Da
desde tu corazón y siente la alegría de dar . Ama todo y pon
amor en todo y en todos.