Mayo es el mes de La

 

 Breves reflexiones sobre Maria en el mes de Mayo

SAN JOSÉ ARTESANO

Comienza el mes con la memoria de San José Obrero. Parece un buen auspicio porque ninguno ha amado a la Virgen como San José. Ninguno como él se sentía indigno de estar junto a ella. Desde el momento de la visión del ángel se puso literalmente al servicio de María y de su divino Hijo. Los defendió, protegió, ayudó con su trabajo.

POR MEDIO DE MARIA

También los niños saben que el mes de Mayo es el mes de la Virgen. El mes de Mayo tiene como fin honrar a Dios a través de María. María es el non plus ultra de la santidad y de la dignidad. Según Dante por encima de ella sólo está Dios. En la Salette la Virgen parece retarnos: "Por mucho que hagáis o recéis nunca podréis compensarme de lo que he hecho por vosotros": una madre es buena para veinte hijos, pero veinte hijos no son suficientes para compensar a una madre".


DEVOCIÓN POPULAR

Admitámoslo: nuestra devoción a María debe ser más clara, más fundada, más bíblica....... pero no por esto debe dejar de ser humilde, sencilla, popular. Decía un sacerdote bastante erudito: "me agrada encender una vela; pero antes miro alrededor por si hay algún teólogo moderno observándome".

Hoy incluso los llamados "modernos" han descubierto la validez de la devoción popular; ha habido una inversión de tendencia, porque nunca se han visto aflorar tantas peregrinaciones a los santuarios marianos como en nuestros días. Lourdes, Fátima.... el Pilar, el Rocío, Guadalupe, Covadonga.....



MADRE DE MISERICORDIA

No es necesario ser grandes teólogos; basta con examinarnos nuestra propia vida; ¡cuantas miserias! ¡cuantas limitaciones! ¡cuanta necesidad tenemos de un Salvador, de la Virgen María, madre de Misericordia¡. Las lágrimas de la Virgen en su vida y hoy, en algunas apariciones, nos explican qué son los pecados . Basta pensar como castigó Dios a alguno de sus ángeles, cómo castigó a Adán y a Eva. ¡Qué tragedia y qué misterio.!

Jesús vino sólo para quitar nuestro pecado. La Virgen María se preocupa de interceder misericordiosamente por nosotros.

LA CRIATURA MAS SANTA

A los sacerdotes se les hacen las preguntas más extrañas; se les pregunta a veces si un santo es más grande que otro porque hace más milagros. Dios se sirve de los santos como instrumentos de su gracia. Quien hace los milagros es Dios; pero se sirve de algunos santos y, sobre todo de la Virgen María. Sólo Dios es santo; es más santo quien más se parece a Dios, quien está más cercano a él. He aquí por qué la Virgen María es la criatura más santa. Siendo Dios Amor se asemeja a Dios sólo con el amor.



CONCEPCIÓN DE MARIA

Nada más cierto que el pecado original, decía el gran convertido Chesterton; basta ver las consecuencias físicas y morales en el mundo. No hay necesidad de comprobarlo. Cuando hay cualquier desgracia, desastre podemos siempre decir; es la causa del pecado original .

La concepción de María fue inmaculada. La Virgen María fue concebida por Joaquín y Ana, los padres según una antiquísima tradición.

A la Virgen María , en el momento de su concepción, Dios impidió que el pecado original manchase a aquella criatura de excepción por la excepcional misión que el Señor le confiaría.



MARIA ES INMACULADA

Todos sabemos que María es la Virgen Inmaculada; pero no todos saben que esta verdad, hoy dogma de fe, no ha tenido vida fácil en la historia de la Iglesia.

A nosotros, sencillos fieles, no nos parece que haya alguna dificultad en admitir que María es Inmaculada; parece algo obvio debiendo ser la Madre de Jesús, la madre de quien venía a combatir el pecado.

El pecado original hizo perder la vida divina, la gracia para Adán y todos sus descendientes; si el sarmiento pierde el contacto con la cepa, se seca, muere. Jesús, al redimir en él las dos naturalezas, restablecerá el contacto.... como cuando una locomotora pierde el contacto con el hilo eléctrico.



LA SANGRE DE CRISTO

Hemos entendido una cosa: que todo depende de la Sangre Preciosísima de Jesús. Sí, todo tiene su origen en la sangre de Jesús. Sólo ella quita el pecado, todos los pecados. Ya lo dice la Escritura: "Sin efusión de sangre no hay remisión". Y esta sangre se nos aplica con los sacramentos. El agua del bautismo que limpia el alma, es la sangre de Cristo que penetra en el corazón, en el alma del bautizado. Cuando el sacerdote dice: "Yo te absuelvo" él toma nuestra alma manchada y la zambulle en la sangre preciosa de Cristo; y así surge regenerada, bella, con la belleza de los ángeles.



LA DIGNIDAD DE MARIA

Estamos aquí para rezar a la Virgen, para honrarla, para decirle cuánto la queremos... y no nos cansaremos de sentir hablar de ella, de su grandeza, de su santidad, de su dignidad.

Su vida fue modesta, humilde: la mujer de un pobre artesano, en una pobre casa con higuera ante la puerta... alguno dice que como todas las mujeres de aquel tiempo, también María tendría las dos o tres gallinas para que no faltase el huevo a su pequeño Jesús.

Cristo, ahora tiene la corona de oro sobre su cabeza, el cetro en la mano; pero entonces, ninguna corona ni ropas de lujo, ni tronos, sino el humilde taburete de los pobres.



LA INOCENCIA DE LOS HUMILDES

La mayor revolución cristiana, después de Cristo, fue la de S. Francisco de Asís ¿"Por qué precisamente a ti? ¿Por qué precisamente acuden a ti todas estas gentes? El humilde pobre respondió: "Porque el Señor no ha encontrado ninguno tan mezquino como yo". El santo se tenía como más mezquino que los demonios, y decía: "si ellos hubieran recibido las gracias que he recibido yo, amarían al Señor más que yo".

La Virgen tiene las mismas preferencias que Jesús: ¿A quien se aparece? A niños, pero no niños instruidos, de buena familia. sino a unos ignorantes, analfabetos, sin ningún atractivo. ¿Por qué?

La única razón era la extrema inocencia, su total candor; tenían sí defectos, fruto de la ignorancia de sus padres, pero no tenían vicios. Analicemos los casos de la Salette, Lourdes, Fátima. Todos habían conservado la pureza de los lirios.

LAS PREFERENCIAS DE DIOS

Dios ama a todos las criaturas; pero leyendo la Escritura vemos que Dios tiene sus preferencias. Prefirió al pueblo judío no porque tuviera algo particular, grande, bello, al contrario, era un pueblo pequeño, sin arte ni parte, respecto a los otros pueblos. Pensemos en David, en Samuel. Así obra Jesús: ¿a quién escogerá como madre? La más humilde, una modesta muchacha de una oscura aldea. Como padre, a un humilde artesano, aunque descendiente de rey, según las profecías. ¿A quién elegirá como apóstoles?. A doce analfabetos.

EL MATRIMONIO DE MARÍA

¿Era necesario que María se casara? ¿No era mejor que hubiera quedado virgen en su casa?, en vez de casarse ... cuando todos sabemos los riesgos que comporta el matrimonio? He aquí un episodio histórico. Cuando se casó Federico Ozanam, un abogado destinado a la gloria de los altares, su amigo y gran predicador dijo: "Qué pobre Federico no ha sabido evitar la trampa del matrimonio"; pero el Papa en una audiencia le contestó: "No sabía que Jesucristo hubiera inventado e instituido los sacramentos y una... trampa".

Dios preparó a María para su estupenda misión de madre de Dios así como preparó a José que le sería puesto junto a ella. "Cuando Dios llama a una misión, da al elegido todas las virtudes y las dotes necesarias para que pueda desarrollar aquella misión" dice San Bernardino de Siena.

LA BELLA SEÑORA


Cuando el ángel de la Anunciación se aparece a María no la saluda por el nombre, sino que exclama: "Salve llena de gracia". Alégrate, llena de Dios, llena de alegría. Sólo después dirá: "No temas María" ¿Qué significa este nombre? Para nosotros significa la Toda bella, la bella señora, la estrella de la mañana, la estrella del amor..

De Amicis decía de su madre: "Cuanto más la miro, más bella me parece". María es la criatura más pura, más Santa, más inmaculada de la creación. Así también nosotros miramos a María. Su belleza transformará nuestro corazón.

LA ANUNCIACIÓN

Todos sabemos que el relato de la Anunciación es el episodio central de toda la vida de María. El beato Angélico no se cansaba de reproducirlo. Los pintores representan a la Virgen de rodillas, con un libro en las manos, en casa. Los griegos, en cambio, dicen que la aparición ocurre por el camino cuando María volvía de la fuente. ¿Quién tiene razón? Ciertamente en casa; el relato evangélico es claro. Leámoslo de nuevo.

HIJO DE MARÍA

Dios se revela así mismo, Dios revela el misterio de la Trinidad. Dios revela un secreto: el Hijo de Dios está por hacerse también hijo de María. Este es el secreto de los secretos: nunca revelado ni siquiera a los santos del Antiguo Testamento. Por tanto, Dios Padre, sí tiene un Hijo. ¿Cómo sucederá el prodigio? "El Espíritu Santo te cubrirá con su sombra". Atentos cuando en la Biblia se habla de sombra, de nube.

¡La nube indica la presencia de Dios! He aquí como se ha desvelado a María el misterio más augusto de la religión cristiana: un Dios en tres personas, iguales y distintas como recita el Catecismo. Estamos en el punto central del misterio cristiano: el encuentro de la divinidad con la humanidad, el invisible que se hace visible.

ACCIÓN Y CONTEMPLACIÓN

La primera vez que la escritura habla de María, la presenta como mujer. Es la mujer misteriosa, inconciliable enemiga de la serpiente y su eterna vencedora. No dice si está casada, si es viuda, su hijo habla sólo de su estirpe. Lo que choca es que también Jesús se dirige a María, llamándola mujer. ¿Qué tengo que hacer, mujer? (In. 2,4) en las bodas de Caná. "Mujer, he ahí a tu hijo" (jn. 19, 26) en el calvario.

Incluso San Pablo: "Dios envió a su hijo, nacido de mujer" (Gal. 4,4) María no cesó de ser mujer. Después de la Anunciación, María no se repliega sobre si misma para saborear la presencia de Jesús que comenzaba a vivir en su seno purísimo, en la contemplación del inmediato misterio que se desarrollaba en ella. María se apresta así a servir a Isabel, su santa y anciana pariente.

Aquí se muestra primero mujer, después Virgen: deja su altísima contemplación para hacer la masa, cuidar la cocina, la comida, las cosas más humildes. No hagamos vuelos de alta mística: estemos en lo concreto de la vida diaria.

VIRGEN DE LAS VÍRGENES

La Virgen era verdaderamente casta, pura; pura en el corazón, casta en el cuerpo. Fue la primera muchacha hebrea en emitir el voto de virginidad perpetua ciertamente bajo la inspiración de Dios. La santidad es total abandono en las manos de Dios. "Oh Dios, haz de mí lo que quieras". La Virgen es en el pleno sentido de la palabra: Virgen de las vírgenes. La Virgen por excelencia. Los franceses llaman a María la Santa Virgen; aquí esta dicho todo.

LA NUEVA EVA

Se dice que la Virgen es la copia perfecta de Jesús ... que su misión sobre la tierra era semejante a la de su Jesús. ¿Y que hizo Jesús en la tierra? ¿Para qué vino entre nosotros? "Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo". A esto vino Jesús. Lo mismo hace la Virgen. Es llamada la nueva Eva, es decir, la madre de los vivientes; es el sitial de la sabiduría; es el camino más corto para ir al cielo.

PURIFICACIÓN DE MARÍA

María se puso en fila con las otras madres que llevaban a su hijo al sacerdote de turno, el cual lo levantaba en brazos, ofreciéndolo al Señor. Sin embargo, aquel sacerdote, teniendo en brazos al esperado Mesías no se acuerda de nada de lo escrito en la Biblia. María no se acuerda de nada. Para él, Jesús era un niño como los otros. Sin embargo, un viejo, Simeón el justo, reconoce en el niño a Jesús al esperado de Israel ¿por qué? Porque fue el Espíritu Santo quien se lo comunicó.

UN GRAN DOLOR

Simeón, como María y Zacarías expresa con el cántico su alegría, predice que el niño está puesto para salvación o ruina de los pueblos, ninguno es más amado y odiado que Jesús. Después Simeón habla a María, prediciéndole que una espada la traspasará el alma; tendrá sólo dolor, tanto dolor por parte de Jesús porque él sacará a la luz los buenos y los malos. No nos equivoquemos; la santidad es fruto del combate, un combate entre el odio y el amor por Jesús. junto a Simeón está la anciana Ana que puede abrazar a Jesús. De ella se dice que rezaba día y noche. ¿Y nosotros?

EN LA ESCUELA DE MARÍA

El Evangelio nos dice que María meditaba en su corazón las palabras de Jesús, todo lo que sucedía a Jesús, es decir, era una mujer reflexiva. Esta es una clara invitación a imitarla, a tener a Jesús siempre presente en el corazón, en la mente. El verdadero devoto en la escuela de María es un alma que medita, que contempla. San Alfonso dice: "comunión y pecado pueden estar juntos, meditación y pecado, no: o se deja uno o se deja el otro". Santa Teresa de Jesús dice: "Haz un cuarto de hora de meditación al día y yo te prometo el paraíso", y sugería esta fórmula: "Mira a aquel que te está mirando".

JESÚS, PERDIDO EN EL TEMPLO

Jesús tiene 12 años, y para los hebreos, a esta edad, comienza la obligación de ir al templo de Jerusalén, una o más veces al año. La pérdida de Jesús no hay que achacarla a negligencia de María o de José ya que los niños podrían estar tanto con el grupo de los hombres como el de las mujeres.

"¿Dónde estará Jesús?" En una de tantas salas. Finalmente: "Míralo". Jesús está en medio de los doctores de la ley, que los escucha, les pregunta y responde a sus preguntas. "Nunca oí a un muchacho tan docto; Señora, déjelo aquí, lo educaremos nosotros". Pero María no quería desprenderse de Jesús, y da las gracias a todos y lo estrecha junto a su pecho. Así debemos hacer nosotros, especialmente después de haberlo perdido por el pecado. No perdamos tiempo, acerquémonos a la Iglesia y pidamos perdón al Señor con una hermosa confesión. Con la ayuda de María encontraremos a Jesús en el fondo de nuestro templo espiritual.

LAS LÁGRIMAS DE MARÍA

Perder a Jesús, ¡qué desgracia! Pero hay una cosa más triste: no sentir el inmenso vacío que deja en nuestra alma no sentir la necesidad de buscarlo. Es necesario comportarse como María y José. Es lo único que hay que hacer: buscarlo con las lágrimas en los ojos; encontrarlo con una buena confesión. ¿Dónde está Jesús? Se lamentaba Santa Catalina de Siena durante una terrible tentación. "Estaba en tu corazón y gozaba de verte luchar".

PUERTA DEL CIELO

Las bienaventuranzas del Evangelio son ocho. S. Buenaventura añadía otra: "Bienaventurados los que se abandonan a las manos de la Virgen". A la Virgen se la define también como puerta del cielo. Cuando llega un infiel le abre la puerta para que entre. Como dice el R Andrés Prevot, mano derecha del R Dehon: "Si quieres encontrar a Jesús con seguridad, búscalo entre los brazos de María".

REINA DE LA VERDADERA ALEGRÍA

Un sacerdote amigo mío me dijo un día: "En las letanías falta una invocación" ¿Cuál?, le pregunté. Falta: "Reina del buen humor". La palabra Evangelio significa precisamente: "Anuncio de alegría". La Virgen, yendo a casa de Isabel inunda aquella casa de alegría. Hasta el niño que tenía en su seno salta de alegría. El Magnificat es todo un canto de alegría, de regocijo. La alegría escribió Chasterton es el gran secreto del cristianismo. El pecado siempre está unido a la tristeza mientras la santidad es siempre de alegría.

EL ENAMORADO DE MARÍA

Encomendémonos cada día a María, nuestra madre, alegrémonos, ofrezcamos nuestro trabajo y sufrimiento a María... Deseemos vivir y morir entre los brazos de Jesús y de María. Por eso, un devoto de María debe difundir la alegría. Quien tiene a Jesús y María en el corazón difunde la alegría, la verdadera. Un día un médico ateo pidió hospitalidad en una casa de religiosos para la noche. Cenó con ellos, y cuando iba a la habitación, dijo: "Nunca hubiera creído que vosotros sacerdotes fueseis tan alegres y chistosos". San Felipe Neri convirtió media Roma riendo y haciendo reír durante medio siglo; la alegría es un gran secreto de apostolado. En compañía de María, "sirvamos al Señor con alegría" (Salmo 100,1)

CUANDO ME SIENTO SOLO

Decía Newman: "Sin la Virgen, el cristianismo no me parecería muy aceptable". Un cristianismo sin esta Madre, sería inhumano. María también puede decir, parodiando a Jesús: "Quién me ve a mí, ve a Jesús ... y no es una extrañeza".

Quien ve a María ve a Jesús. Estamos casi al final del mes de mayo... Las cosas bellas terminan siempre demasiado pronto, mientras las horas del dolor parece que no finalizan nunca. ¡Qué bien se está con la Virgen! ¡Cómo notamos casi físicamente su presencia, su amor, solicitud por cada uno de nosotros!

LA ÚLTIMA TARDE

En nuestra última tarde, ciertamente María correrá junto a nosotros porque sabe que la hora de la agonía es dura. En efecto, muchos llegan a aquel momento con las manos vacías de bien y cargadas de mal. Y el alma en aquel momento es cuando ve las cosas en su verdadera realidad. Ella vendrá a nuestro encuentro. Ella que escuchó nuestras diarias oraciones de pequeños y de adultos: "Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte", correrá en nuestra ayuda. María estará junto a nosotros como una tierna madre en la cabecera del hijo moribundo. Mientras nuestros parientes y amigos se verán impotentes acudirán a los doctores; pero será María quien despliegue toda su potencia y bondad. ¡Qué consuelo notará en el momento final quien tanto amó y rezó a María durante su vida!


 

NO NOS ABANDONES NUNCA

En el momento de concluir, Madre misericordioso, te queremos bien, aunque con frecuencia no lleguemos a demostrártelo. Tu lo sabes, somos más infelices que malos, pero tu santidad nos atrae y nos consuela. Te sentimos siempre como nuestra hermana, nuestra tierna Madre. Inmaculada y Dolorosa; tú, la llena de gracia y nosotros llenos de pecados. Es Dios quién ha hecho cosas grandes en ti. Oh María, nos has dado a Jesús, continúa dándonoslo cada día, cada hora. Oh María, se nuestra respiración, nuestro amor, y no nos abandones "ahora y en la hora de nuestra muerte". Amén.

 

 


 

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